15 julio, 2010

MANIFIESTO CONTRA LOS QUE NO LEEN


1.Los odiamos por no leer. Los detestamos en realidad por no querer leer.
2.Sepan que la conchudez, el cinismo, la ramplonería y la poca vergüenza son cosas que no odiamos, pero sí en alguien que teniendo la posibilidad y los medios para leer no se atreve a abrir un libro en su vida.
3.Si no leen están en nada y si están en nada mal por ustedes porque nunca podrán cuestionar nada de lo que alguien te pueda estar comentando, es decir siempre serán unos simples escuchas, mortales que se limitan a oír, serán unos Gregorios Sansa pues la única forma de vida que les tocará vivir es la de simples insectos que trabajan para pagar sus deudas.
4.Preferimos entre un mal lector y un ignorante funcional, lo primero que lo segundo y es que al menos un mal lector es vehemente, torpe y terco, pero vehemente al fin y al cabo, un ignorante funcional es un caracol que se arrastra y babea ignorancia insulsa por doquier.
5.Odiamos las escusas de aquellos que afirman que no leen porque son personas ocupadas y que no tienen la disponibilidad para cosas tan fútiles como la lectura. ¿No saben acaso que pueden leer en el baño, en un hotel, en el ascensor, en una boda, en un taxi, en un parque o después de hacer el amor?
6.Estamos convencidos que quien no lee se fregó porque sencillamente la gente que no lee es gente que vive cual si fuere un muerto maloliente, un cadáver ensimismado en su mediocridad, un occiso incapaz de tentar el sepulcro de la inconformidad, una sombra que rampa y baila cual marioneta ante este juego llamado vida.
7.No queremos encandilar a quienes esperan que nos callemos ni bien empezamos a comentarles lo ultimito que acabamos de leer, el último libro de nuestro autor favorito, el poemario más brutal que jamás pensamos tener entre nuestras manos, ese libro que nos arrancó lágrimas de los ojos y que nos hizo sentir la sensación de que a pesar de todo estábamos vivos. Por ello…
8.No pensamos realizar la torpe acción de hacer lo que hacíamos años atrás cuando malgastábamos nuestro tiempo recomendando libros por doquier a quien poco o nada le interesaba leer.
9.No pensamos volver a enfundarnos el traje de súper/archi/híper/héroes ni pensamos hablar mucho tiempo con gente que no le agrade hablar de libros ni mucho menos amerite que le introduzcamos en los platos vacíos de sus cabezas, el engrudo homérico, la berenjena eglógica, el acento esdrújulo y miserable.
10.No pensamos salvar a nadie a través de la ficción, no buscamos que quien esté aburrido lea un libro porque ni bien les lanzas un par de títulos a esos seres menores, ellos te miran como diciéndote “Oe, carajo, tú me quieres ayudar o qué”. Mejor y dado que ustedes son unos Homo–Videns, preferiremos recomendarles una que otra película.
11.No sentimos pena por nadie, menos por ustedes, síganse buscando en la superficialidad de sus caminos, hállense y reconózcanse en ese apestoso lugar, échense a andar y que la vida les saque el ancho sino la mismísima mierda por tercos.
12.Lean para que así no tengan tanto que extrañar a quien partió. Olvídense de lo físico de lo real de lo fenomenológico y crean en su imaginación. No se maten invocando a quien ya no ha de volver. Abran un libro y atrévanse a dejar de extrañar a alguien de carne y hueso y recuerden que no se ama lo que se conoce sino lo que puedes llegar a conocer de otras personas, leyendo.