12 octubre, 2009

La funciòn de la palabra


A Mercedes Sosa, quien murió soñando con la libertad entre sus dedos,
y al Zambo Cavero, porque yo tambièn quiero ir a parar al mar, con libertad.


Hoy fue la reunión con los directores del colegio M.P quiénes amablemente oyeron mi opinión acerca de los incidentes ocasionados por mi polémico espacio virtual titulado “Al colegio no voy más”. Antes que nada quiero expresarles mi saludo a los directores que han demostrado el día de hoy tener un alto nivel de ciudadanía y respeto por la libertad de opinión. Me alegra saber –de boca de los propios directores- que en ningún momento se intentó sugerirme la idea de cerrar ni mucho menos borrar los comentarios de un espacio virtual, libre y ajeno a la institución. Y que el día de la visita de Javier Arévalo, no pudieron asistir no por dejadez ni por falta de compromiso con el proyecto, sino por motivos de fuerza mayor que no detallo por el derecho a la intimidad que cada persona de este país se merece.
No entraré en detalles de lo que se habló exactamente desde las 2 de la tarde hasta las 3:30, mas sólo diré que durante la conversación hubieron puntos álgidos así como hubieron momentos en que todos los presentes llegamos al acuerdo que habría que sacar algo provechoso de este suceso. Un suceso muy poco común en un colegio y del que más allá de los problemas ya conocidos nos ha servido para que todos aprendamos una lección. La lección, en primer lugar, de que no hay nada más valioso que nuestras ideas y/o opiniones (por más distintas o diversas que estas fueran) y que aunque no coincidan con las de otras personas, cuando se tiene un alto nivel de educación, se pueden exponer con respeto y educación, sin llegar a niveles ajenos a los de un maestro o un profesional.

A los alumnos que quieran opinar libremente en este espacio podrán hacerlo a partir de ahora siempre y cuando se deje la broma fácil, el chascarrillo chabacanesco, la injuria facilista y el agravio gratuito. Creo que ustedes, alumnos, son los únicos beneficiados después de esta reunión, pues por fin podrán tener un espacio en el cual sus ideas –siempre y cuando sean con altura y respeto- serán leídas y de ser pertinentes tomadas en cuenta. La segunda lección para todos nosotros es que debemos ser conscientes que la libertad de expresión debe ser tomada con la debida responsabilidad del caso, ustedes queridos alumnos (as), algún día saldrán de las aulas, dejarán las plumíferas alas grises de sus uniformes y pasarán a ser ciudadanos con derecho a opinión y voto, y cuando posean dicha facultad deberán hacer el mejor uso.
Esa misma libertad que más de uno mal usó en este blog (por broma al principio y por exageración al final) deberá ser corregida porque nadie nunca nos hará caso si no somos capaces de dar una opinión con altura y el debido respeto.
Como profesor responsable del curso de literatura y plan lector debo extender mis felicitaciones a todos aquellos alumnos que escribieron comentarios sensatos, fuera de bromas y centrados en el tema sugerido al principio, este país carente de líderes necesita de alumnos libres, capaces y críticos, empecemos pues a formar a nuestros muchachos para que mañana la sociedad no culpe a la escuela de haber formado malos hombres.